La dieta mediterránea es reconocida mundialmente por sus innumerables beneficios para la salud, pero ¿sabías que también puede ser deliciosa? Esta famosa dieta, inspirada en las tradiciones culinarias de los países que bordean el Mar Mediterráneo, es rica en sabores y nutrientes. En este artículo, te invito a explorar una variedad de recetas mediterráneas que harán que tus sentidos viajen a las soleadas costas del Mediterráneo mientras disfrutas de una alimentación saludable y deliciosa.

Comencemos con una de las piedras angulares de la dieta mediterránea: el uso de aceite de oliva. En lugar de mantequilla o aceites altamente procesados, el aceite de oliva virgen extra se convierte en tu mejor aliado en la cocina. Prueba a preparar un simple aderezo para ensaladas mezclando aceite de oliva con vinagre balsámico, mostaza de Dijon, ajo y una pizca de miel. Este aderezo eleva cualquier ensalada de hojas verdes, tomates frescos y pepinos a un nivel gourmet. Pero no te limites a las ensaladas, utiliza este aderezo como marinada para pollo o pescado a la parrilla, añadiendo un toque mediterráneo a tus platos.

La cocina mediterránea también se caracteriza por su abundante uso de vegetales frescos. Prepara un colorido plato de couscous marroquí con tomates, pepinos, zanahorias, cebollas rojas y hierbas frescas como menta y perejil. El couscous, hecho con sémola de trigo, es un alimento versátil y nutritivo que se prepara en cuestión de minutos. Sirve este plato como guarnición o como plato principal vegetariano, añadiendo garbanzos o tofu para una proteína extra.

¿Y qué tal un clásico italiano? La pasta alla puttanesca es un plato sencillo y rápido de preparar, lleno de sabores intensos. Sofríe ajo, anchoas y chiles en aceite de oliva, agrega tomates triturados, aceitunas negras y alcaparras. Cocina hasta que la salsa se espese y sirve sobre pasta integral al dente. Este plato es una explosión de sabor que te transportará a las costas de Italia.

A continuación, te presentamos un aperitivo clásico: Hummus. Un puré cremoso de garbanzos, pasta de sésamo o tahini, ajo, aceite de oliva y zumo de limón. Sirve el hummus con pan pita tostado, verduras frescas o como base para wraps.